Al no disponer de glándulas sudoríparas, los perros tan solo pueden refrescar su cuerpo mediante los jadeos y eliminar el sudor a través de las almohadillas de sus patas, un proceso muy lento, esto ocasiona que su temperatura corporal aumente considerablemente, siendo afectados por golpes de calor teniendo con consecuencias irreversibles en 1 de cada 3 casos.
Una de las primeras señales que tu perro esta padeciendo de un golpe de calor es el aumento del ritmo cardiaco, acompañado de jadeos con babas y una respiración rápida y nerviosa.
Los golpes de calor en perros pueden hacer que su temperatura aumente hasta superar los 42 C – la temperatura regular del perro es de 38 C o 39 C – sus niveles de azúcar y sal disminuyen, esto se manifiesta mediante temblores, debilidad muscular y falta de equilibrio.
En casos más serios de golpe de calor en perros, el animal puede presentar vómitos, diarrea, sus encías y mucosas se tornan de un color azulado – esto debido a la falta de oxigenación en la sangre – pueden perder la conciencia, hemorragias, insuficiente renal o hepática, daño cerebral, e incluso fallo multiorgánico.
Para prevenir un golpe de calor en perros, lo primero que debes hacer es mantener la calma para actuar de la manera correcta, rápida y eficaz mientras te pones en contacto o te aproximas a una centro veterinario.
Tienes que lograr que su temperatura corporal descienda, por lo que puedes mojarlo con agua – ni fría ni caliente – no lo cubras con toallas o mantas, ayúdalo a beber agua frescas sin que se acelere, esto lo debe hacer a un ritmo estable para regularizar los niveles de hidratación.
En caso de que tu perro sea de pelaje abundante es recomendable realizar un corte de pelo para reducir la sensación de calor, presta mucha atención si la raza de tu perro es de facciones chatas – Bulldog o Pug – ya que son propensos a padecer de problemas de respiración y mucho más durante las altas temperaturas.