Los conejillos de indias – también conocidos como cobayas – se hicieron popular en Europa hace más de 300 años, actualmente los podemos conseguir en muchos hogares del mundo.
En Sudamérica, los conejillos de indias reciben tradicionalmente el nombre de cuy en alusión al breve y agudo chillido que emiten para comunicarse, son animales gregarios por lo que se les puede conseguir en manadas de 5 o más de manera salvaje.
Los conejillos de indias más comunes como mascotas son los de pelo corto, aunque existen muchas razas con distintas dimensiones corporales, colores y tipo de pelaje, siendo los skinny una especie sin pelo – a excepción de su mechón frontal - la cobaya rex, que puede alcanzar los dos kilogramos por hora, quienes poseen caracterizas muy llamativas.
Tienen un desarrollado sentido visual, en cuestión de perspectiva presentan ciertas limitaciones. Esta dificultad para calcular distancias y profundidades les suele causar frecuentes accidentes durante las carreras.
La expresión “ser un conejillo de indias” se debe a su extendido uso en la investigación científicas. Además de su aplicación en el sector sanitario para la prueba de nuevos tratamientos médicos, su alta capacidad de aprendizaje sirve para estudiar procesos cognitivos.
Sus dientes crecen a lo largo de toda su vida, por lo que es fundamental, principalmente en el ámbito doméstico donde suelen alimentarse a base de piensos, que cuenten con otro tipo de objetos o alimentos ‘duros’ que permitan su limado.