Aunque es una manera de protección de nuestro cuerpo para combatir algún agente extraño en el cuerpo, la fiebre es una patología que no se debe descuidar y mucho más en los animales quienes no pueden comunicarse verbalmente para decir que están enfermos.
Si tu gato presenta la nariz reseca, pérdida de apetito, apatía, falta de energía, disminución de consumo de agua, vómito o diarrea lo más probable es que tenga fiebre, para corroborar esto debes tomarle la temperatura con un termómetro digital.
Si ya comprobaste que tu mascota tiene fiebre – una temperatura mayor a los 39,5 °C – debes ayudarlo a bajar la temperatura mientras acudes a emergencia, por eso te diremos qué puedes hacer en casa como ayudarlo.
Por nada del mundo automediques a tu gato, esto tan solo debe ser elegido por un médico veterinario que le dará el tratamiento correcto para ayudarlo a sanar rápidamente, si comienzas a darle medicina por tu propia cuenta puedes hacer que su estado empeore.
Evita darle fármacos prescritos para los humanos, debes saber que nuestros organismos son completamente distintos y ciertos sustancias pueden llegar a ser muy tóxicas para los animales.
Para bajarle la fiebre a tu gato haz que se sienta muy cómodo durante los días que esté enfermo para ayudarlo a recuperarse, ayúdalo a mantener tu cuerpo refrescado e hidratado.
Suminístrale mucha agua para evitar que sufra de una deshidratación y cambia la dieta por una blanda donde puedas darle todos los nutrientes requeridos, incluye pollo y arroz hasta que la fiebre vaya bajando poco a poco.
Si pasadas las 24 horas tu gato no ha logrado bajar su temperatura acude rápidamente al veterinario para ayudarlo a que se sienta mejor.