Esta peligrosa enfermedad también puede afectar a los humanos, aunque no es muy común en una gran parte del mundo, podría convertirse en un serio problema de salud para tu mascota si no cuenta con el tratamiento requerido, incluso hasta llegar a fallecer tu gato.
La rabia felina es una enfermedad infecciosa viral provocada por un virus de la familia Rhabdoviridae, es muy grave, afecta el sistema nervioso central y provoca encefalitis aguda en los gatos.
La principal forma de que tu gato se contagie de rabia felina es haber sido mordido por un animal infectado, también existen otras maneras de infectarse, los lamidos o arañazos de una herida abierta.
El virus se transmite por las secreciones o la saliva y no por el aire, por lo que tu gato debe estar en contacto directo con el animal enfermo para poder contagiarse de rabia felina.
El gato no presentará ningún síntoma presente, ya que el periodo de incubación es 100% asintomático, puede ser desde una semana hasta varios veces este periodo, aunque lo más común es que los gatos comiencen a presentar síntomas luego de un mes de haber sido contagiados.
Los primeros síntomas serán el vómito, alteración de comportamiento – irritabilidad, maullidos excesivos y pérdida de apetito – luego entrará a la etapa conocida como fase furiosa, donde el gato puede llegar a morder o atacar, la última etapa se conoce como paralítica donde el gato presentará parálisis de forma generalizada, convulsiones, espasmos, coma y, finalmente, la muerte.
Para evitar que tu gato se contagie de rabia felina lo más recomendable es la colocación de la vacuna antirrábica, la cual se aplica en varias dosis, la primera cuando el gato tiene tres meses de edad y luego los refuerzos que se administran anualmente.