Los gatos eran parte de la cultura antigua de Egipto, sea como un acompañante en los hogares o un objeto de adoración, aunque los gatos salvajes no son descendientes directos de los leones, esta nación los asociaba.
Los egipcios identificaban a los leones con la figura del sol, siendo su Dios principal llamado Ra, quién fallecía durante las noches y volvía a la vida al amanecer, durante las noches corría un gran peligro pudiendo ser atacado por los enemigos, ahí es donde entran los leones quienes reflejan los rayos del sol en sus ojos y protegen al Dios de los enemigos, es por eso que los gatos, se convierten en esos leones, convirtiéndolos en los animales más sagrados de su cultura.
Al ser protectores de los dioses el gato se convierte en un semi Dios, por lo cual esta no puede ser una propiedad de los humanos, esto tan solo pueden ser de los faraones quién tenía el honor propiedad y domesticarlos, su comercialización estaba prohibida y eran condenados a muerte quienes los lastimarán.
Aunque no hay una fecha exacta en la que los egipcios comenzaron a domesticar a los gatos se piensa que fue alrededor del 2000 a.C. quienes los usaban en las cacerías – a diferencia de otras regiones que usaban a los perros – era muy común conseguir en la entrada de los hogares estatuas de gatos para protegerlo de espíritus malignos
Los gatos es la figura principal para representar el antiguo Egipto, hoy en día en muchos países del mundo existen personas que adoran a los gatos y los tratan como unos verdaderos dioses, algunas personas aseguran que los gatos no tienen dueños, ellos son los dueños de los humanos.